Historia & Birra Capítulo III: La expansión...
- Javier Cameno Higuera
- 9 jul 2017
- 2 Min. de lectura

Fuente: Wikipedia
Ya por entonces, los griegos le daban al zhythos de tanto en tanto, por eso de halagar a Baco (divinidad de todo caldo capaz de ponerse en contacto con los Olímpicos). ¿Qué era ese brebaje? Bien, se trataba de una bebida de cebada fermentada y aromatizada con hierbas aromáticas, para darle un toque dulce y ocultar la fuerza alcohólica generada.
Se ha considerado como la bebida antecesora de la cerveza para los pueblos prerrománicos y consumida en grandes celebraciones en honor a los dioses del Cielo y la Tierra. Aunque su origen es bastante mediático (Egipto, Grecia, Península Ibérica…) existen testimonios como el de Arquíloco, allá por el S. VII a.C (antes del descubrimiento Cervecero… Bueno, vale: antes de Cristo) o Estrabón, en el S. I a.C, donde se nos refleja la existencia de esta bebida tanto en Tracia como en el norte de Hispania. En el caso del primer territorio, al parecer esta bebida fermentada se realizaba a base de centeno, mientras que en la Península Ibérica era la cebada la más utilizada.
Ya entrados los romanos, su fama de prácticos no era baladí: haciéndose con el control del zhythos, lo usarían para romanizar territorios conquistados, en los cuales la vid no se desarrollaba con facilidad. El mundo conocido descubriría una bebida nueva, sabrosa y de fuerte contenido calórico, ideal para soportar las temperaturas más complejas. ¡Los Hados estarías satisfechos!
Aunque, como todos los imperios, el romano tendría fecha de caducidad… Sus referentes fenecieron, la arquitectura quedó ajada… pero esta bebida, tan ancestral, prevalecería. Y será en nuestro próximo encuentro a través del tiempo donde contemplarás su transformación. Su metamorfosis en cerveza: nuestro don de existencia.
¡Tan solo una semana más! ¡Te espero!
Un saludo, pasa un excelente lunes y ¡te espero el Juernes; nueva cita y nueva birra!
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