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Historia & Birra La viuda y la trucha



La cerveza siempre ha estado bendecida por el Altísimo, aunque abunden los escépticos. Y son muchos los milagros acaecidos cuya finalidad ha sido alcanzar la iluminación necesaria para honrar a las altas fuerzas que moran en la naturaleza.


Precisamente uno de esos empujoncitos fue dado en las cercanías de Gaume, en Bélgica. En las inmediaciones de un caudaloso río, una viuda había decidido descansar para admirar la belleza de sus tranquilas y plácidas aguas. No obstante, sufrió cierto revés en su descanso ya que una sortija, de gran valor sentimental, fue a parar al lecho fluvial. Matilde de Canossa, tal era su nombre, creía en Dios Todopoderoso con toda la fuerza de su corazón, por lo que arrodillándose suplicó al divino Padre para que le ayudase a encontrar su anillo. De pronto y milagrosamente, una saltarina trucha salió a la superficie ¡portando la sortija en su boca! Alegremente se acercó hasta la maravillada Matilde, quien consideró su plegaria escuchada y decidió honrar tal acontecimiento con el encargo de levantar una abadía en aquel lugar sagrado.


El templo actualmente se conserva: La Abadía de Orval es un referente por su arquitectura, al igual que por su cerveza, galardonada con el sello trapense. Es tal bebida, nacida de entre sus mágicos muros, una birra muy afamada y reconocida dentro y fuera del país, al igual que en los paladares cerveceros. El sello acredita una elaboración tradicional, a partir de ingredientes naturales y cuyos ingresos son destinados al mantenimiento de la fábrica, junto a obras de caridad. Una buena obra recompensada con una buena cerveza ¡llena de magia y bendición divina!


Deseo que tengas un excelente y provechoso lunes. Un grato saludo, muchas gracias por leer este post y ¡te espero el Juernes! Regresan las cervezas de elección propia, junto a maridajes naturales ¡Disfruta de la tierra!

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